Este proyecto busca entender mejor el funcionamiento del órgano más complejo del cuerpo y crear robots inteligentes.
El cerebro humano es el órgano más complejo del cuerpo, capaz de procesar una enorme cantidad de información a una velocidad asombrosa. Sin embargo, todavía hay muchos misterios sobre cómo funciona y cómo se origina la conciencia, la memoria, el aprendizaje y las emociones. Para intentar desvelar estos enigmas, un grupo de científicos ha creado una supercomputadora llamada DeepSouth, que será encendida en 2024 con el objetivo de simular todo el cerebro humano.
DeepSouth es una máquina que emula redes de neuronas artificiales, que son unidades de procesamiento inspiradas en las células nerviosas que forman el cerebro. Esta supercomputadora es capaz de realizar 228 billones de operaciones por segundo, lo que la pone a la par con la velocidad estimada a la que el cerebro humano procesa la información. Con esta potencia, los investigadores esperan poder recrear el funcionamiento de los 86 mil millones de neuronas y los 100 billones de conexiones que tiene el cerebro humano.
A supercomputer called DeepSouth, set to switch on next year, won't be the most powerful in the world - but its neuromorphic architecture will allow it to mimic a human brain in full 👇https://t.co/YIDTqVxbzC
— New Scientist (@newscientist) December 13, 2023
El proyecto de DeepSouth no es el único que intenta imitar el funcionamiento del cerebro humano
Otra supercomputadora, llamada SpiNNaker, fue encendida en 2018 con un millón de núcleos de procesamiento, capaces de modelar más de mil millones de neuronas biológicas en tiempo real. SpiNNaker se basa en la arquitectura de comunicación masivamente paralela del cerebro, enviando miles de millones de pequeños paquetes de información simultáneamente a miles de destinos diferentes.
Estas supercomputadoras tienen el potencial de avanzar en el conocimiento sobre el cerebro humano y sus enfermedades, así como de crear robots inteligentes que puedan resolver problemas y moverse por entornos complejos usando visión por computadora. Además, podrían ayudar a desarrollar nuevas formas de inteligencia artificial, más cercanas a la inteligencia natural y capaces de aprender de forma autónoma y adaptativa.
Sin embargo, también hay algunos desafíos y riesgos asociados a estas máquinas. Por un lado, simular el cerebro humano requiere una gran cantidad de energía y recursos, lo que plantea cuestiones éticas y ambientales. Por otro lado, existe el peligro de que estas supercomputadoras puedan escapar al control humano o ser usadas con fines maliciosos, como el espionaje, la guerra o la manipulación.
Por eso, es importante que estos proyectos se realicen con transparencia, responsabilidad y respeto a los derechos humanos. Así, se podrá aprovechar el potencial de estas supercomputadoras para mejorar la vida de las personas y la sociedad.



















