Nayib Bukele sigue creyendo que el Bitcoin es el futuro de El Salvador pese al colapso de las criptomonedasCriptomonedas

Nayib Bukele sigue creyendo que el Bitcoin es el futuro de El Salvador pese al colapso de las criptomonedas

El presidente de El Salvador ha apostado por el Bitcoin en diversas ocasiones, decisión que al país latinoamericano le ha costado millones de dólares.

A medida que Crypto-Twitter se llenó de memes apocalípticos sobre la bancarrota del intercambio de criptomonedas FTX y la fuerte caída en el precio de bitcoin, una cuenta ha permanecido notablemente en silencio sobre el tema.

A diferencia de anteriores desplomes, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien hace un año legalizó el bitcoin, no exhortó a sus seguidores a “comprar el chapuzón”.

El día que FTX se declaró en concurso de acreedores, anunció que el país firmaría un tratado de libre comercio con China . Su vicepresidente, Félix Ulloa, dijo que China había ofrecido comprar los 21.000 millones de dólares en deuda externa del país como parte del acuerdo.

El país centroamericano de 6,5 millones se encuentra en una situación financiera difícil. En enero deberá pagar 667 millones de euros (688 millones de dólares) por la amortización de un eurobono.

A principios de año Bukele prometió que su país emitiría bonos en bitcoin para pagar la deuda nacional y pronosticó que el precio del bitcoin alcanzaría los 100.000 dólares.

Pero los llamados “bonos volcánicos” nunca surgieron y hoy el precio de bitcoin ronda los $16,000. El mejor rastreador de la estimación comercial opaca del presidente de que ha gastado más de $107 millones en 2,381 bitcoin. Hoy esa inversión vale un poco más de 40 millones de dólares.

En contra del Bitcoin

“Si Bukele soñó que podía crear una economía política diferente e innovadora, en contra de los consejos del FMI, ese sueño ha fracasado”, dijo Luis Membraño, economista salvadoreño. “No hay alternativas fáciles, ni atajos”.

Las pérdidas de bitcoin son relativamente insignificantes para la deuda general, pero la determinación del presidente de burlarse del consejo del FMI para dar marcha atrás en su política de bitcoin ha asustado a los mercados internacionales.

Cuando la calificadora Moody's anunció en enero una rebaja en el crédito del país, Bukele tuiteó: “Rompiendo: El Salvador DGAF”, siglas de “no me importa un carajo”. Ahora Fitch dice que es probable que haya algún tipo de incumplimiento en enero.

Con la inflación en aumento, la recesión que se avecina y la situación fiscal empeorando, El Salvador no puede encender la imprenta porque el país adoptó el dólar estadounidense como moneda nacional en 2001. En cambio, el gobierno ha echado mano de sus reservas para cubrir su agujero fiscal. Si la situación se deteriora, el país eventualmente podría verse obligado a abandonar el dólar, según Membreño.

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