La compañía busca contrarrestar el daño que el desarrollo de IA tiene en el sector energético
Microsoft, el gigante tecnológico que en fecha reciente ha apostado fuertemente por la inteligencia artificial (IA), firmó el acuerdo de energía renovable más grande en su historia hasta la fecha, destinado a compensar sus el uso desmedido de IA..
Este acuerdo, según Bloomberg, implica el respaldo al desarrollo de una capacidad de energía renovable de 10.5 gigavatios (GW) en todo el mundo, cifra extraordinaria que representa un paso importante hacia un futuro más balanceado y eficiente.
¿Qué significa esta iniciativa?
Para ponerlo en perspectiva, los 10.5 GW de energía renovable equivale a casi la mitad de la capacidad solar y eólica que tenía el estado de California en 2022. Por lo tanto, el compromiso no solo representa una inversión importante en energía limpia, sino también una estrategia clave para abordar el desafío de la intensidad energética de la inteligencia artificial.
La IA, esencial para el desarrollo tecnológico moderno, también es conocida por su alto consumo de energía, lo que plantea preocupaciones sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.
Microsoft ha cerrado este acuerdo con Brookfield Asset Management, una empresa líder en gestión de activos. Según los detalles revelados, este acuerdo es casi ocho veces más grande que cualquier otro acuerdo corporativo de compra de energía anteriormente firmado.
Se espera que el despliegue de esta nueva capacidad de energía renovable se realice entre los años 2026 y 2030, lo que refleja un compromiso a largo plazo con la sostenibilidad y la reducción de emisiones.
Por si fuera poco, la empresa se ha comprometido previamente a igualar el 100 por ciento de su consumo de electricidad con compras de energía libre de carbono para el año 2030. Este objetivo requiere una expansión significativa de las fuentes de energía renovable, y este acuerdo es un paso fundamental en esa dirección.
¿De qué servirá este acuerdo?
La inversión en energía limpia promueve la creación de empleo y el crecimiento económico, al tiempo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y fomenta la innovación tecnológica. Este acuerdo entre Microsoft y Brookfield ejemplifica cómo la colaboración entre el sector privado puede catalizar el cambio hacia un futuro más sostenible.
A pesar de este avance significativo, aún quedan desafíos por enfrentar en el camino hacia la sostenibilidad energética. La necesidad de abordar las emisiones residuales y desarrollar tecnologías de captura de carbono sigue siendo una prioridad. Sin embargo, iniciativas como esta muestran que el compromiso con la acción climática y el desarrollo tecnológico pueden ir de la mano, creando un camino hacia un futuro más próspero y sostenible para todos.
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