Un estudio de la Universidad de California en Berkeley logra decodificar una melodía a partir de la actividad eléctrica cerebral de pacientes con epilepsia que escucharon “Another Brick in the Wall”
¿Te imaginas poder escuchar una canción sólo con pensarla? Pues eso es lo que han conseguido unos científicos de la Universidad de California en Berkeley, que han logrado recrear una versión de la canción “Another Brick in the Wall” de Pink Floyd, usando inteligencia artificial y ondas cerebrales.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, es el primero en decodificar una melodía a partir de la actividad eléctrica cerebral. Para ello, los investigadores utilizaron electrodos implantados en el cerebro de 29 pacientes con epilepsia, que escucharon la canción original mientras se registraba su actividad cerebral.
Luego, aplicaron técnicas de aprendizaje automático para analizar los datos y encontrar las correlaciones entre las señales cerebrales y los elementos musicales clave, como el tono, la armonía y el ritmo. Finalmente, la inteligencia artificial pudo reproducir un fragmento de la canción basándose en las ondas cerebrales de los participantes.
Este fue el resultado de reproducir “Another Brick in the Wall” de Pink Floyd a partir de ondas cerebrales
El resultado suena un poco distorsionado, pero es reconocible. Los autores del estudio afirman que este avance podría tener aplicaciones para ayudar a las personas que tienen dificultades para hablar debido a trastornos neurológicos, como el ictus o la esclerosis lateral amiotrófica. Puedes escuchar la canción reconstruida en el siguiente video:
Además, el estudio nos ayuda a comprender mejor cómo el cerebro procesa el sonido y la música, y cómo estos estímulos influyen en nuestro estado de ánimo, nuestra memoria y nuestra creatividad. Según los investigadores, la música es una forma de comunicación universal que puede trascender las barreras del lenguaje y la cultura.
La música también tiene efectos beneficiosos para la salud, como reducir el estrés, mejorar el sueño, aliviar el dolor y estimular el sistema inmunológico. Por eso, los científicos esperan que su trabajo pueda contribuir a desarrollar nuevas terapias basadas en la música para mejorar la calidad de vida de las personas.