“Como toda tecnología nueva, la inteligencia artificial ofrece amplias posibilidades para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, al igual que cualquier tecnología, también puede ser utilizada de manera inapropiada y causar daño”
De acuerdo con las nuevas directrices emitidas hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inteligencia artificial (IA) presenta grandes perspectivas para mejorar la provisión de atención médica y medicina en todo el mundo, siempre y cuando se le otorgue un papel central a la ética y los derechos humanos en su concepción, implementación y uso.
El informe, titulado Ética y gobernanza de la inteligencia artificial para la salud, es el resultado de dos años de consultas realizadas por un grupo de expertos internacionales designados por la OMS.
"Como toda tecnología nueva, la inteligencia artificial ofrece amplias posibilidades para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, al igual que cualquier tecnología, también puede ser utilizada de manera inapropiada y causar daño", afirmó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
La importancia del informe según la OMS
"Este nuevo e importante informe proporciona a los países una valiosa guía sobre cómo maximizar los beneficios de la IA al tiempo que se minimizan los riesgos y se evitan las trampas".
La inteligencia artificial puede ser empleada, como ya se está haciendo en algunos países desarrollados, para mejorar la velocidad y precisión del diagnóstico y detección de enfermedades, facilitar la atención clínica, impulsar la investigación en salud y desarrollo de medicamentos, y respaldar diversas intervenciones de salud pública, como la vigilancia de enfermedades, la respuesta a brotes y la gestión de sistemas de salud.
Además, la IA podría permitir a los pacientes tener un mayor control sobre su propia atención médica y comprender mejor la evolución de sus necesidades.
También podría mejorar el acceso a los servicios de salud en países con recursos limitados y comunidades rurales, donde a menudo los pacientes enfrentan dificultades para acceder a profesionales de la salud.
No obstante, el nuevo informe de la OMS advierte sobre el peligro de sobreestimar los beneficios de la IA en el ámbito de la salud, especialmente cuando esto se hace a expensas de inversiones y estrategias fundamentales necesarias para lograr la cobertura sanitaria universal.
Además, el informe destaca que las oportunidades también implican desafíos y riesgos, como la recopilación y uso no ético de datos de salud, los sesgos codificados en los algoritmos y los riesgos que la IA plantea para la seguridad del paciente, la ciberseguridad y el medio ambiente.
El informe también destaca que los sistemas entrenados principalmente con datos recopilados de personas que viven en países de altos ingresos pueden no funcionar correctamente en poblaciones de entornos con ingresos bajos o medianos.
Por lo tanto, los sistemas de IA deben ser diseñados cuidadosamente para reflejar la diversidad de los entornos socioeconómicos y de atención médica. Esto debe ir acompañado de capacitación en habilidades digitales, participación comunitaria