SBF también aclaró que no supervisaba el uso de los fondos de los clientes de FTX por parte de Alameda, pero afirmó que esta última empresa no se involucraba en prácticas desleales, como “inversiones ventajistas” (front-running) ni operaciones basadas en información privilegiada.
El viernes pasado, en Nueva York, el fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), tomó el estrado de testigos para dar su testimonio en defensa propia en el juicio por fraude y blanqueo de dinero que enfrenta. Durante su comparecencia, SBF admitió que tenía un conocimiento limitado sobre criptomonedas antes de emprender sus actividades empresariales en este ámbito.
Este testimonio se produjo después de que SBF testificara un día antes, en una audiencia sin el jurado presente, a petición del juez Lewis Kaplan, quien deseaba conocer sus argumentos antes de permitir la presencia del jurado. Según informes de los medios, SBF respondió en numerosas ocasiones con un “no lo recuerdo” a las preguntas formuladas por los fiscales.
Luciendo un traje gris y una corbata morada, el empresario de 31 años comenzó su declaración afirmando que no había defraudado a nadie, aunque reconoció la comisión de “errores pequeños” y “grandes” en la gestión de FTX. Estos errores, según SBF, llevaron a la caída de FTX y a la desaparición de alrededor de 8.000 millones de dólares, de los cuales se le acusa de haberse apropiado.
En un giro sorprendente, SBF, quien alguna vez fue destacado en la portada de la revista Forbes como una joven promesa en el campo de las criptomonedas, admitió que al inicio de su carrera no sabía prácticamente nada sobre monedas virtuales o intercambios. En sus propias palabras, “No tenía absolutamente ni idea de cómo funcionaban”. Sin embargo, creía que podía ofrecer el mejor producto en el mercado, aunque la realidad resultó ser todo lo contrario.
Según informa The New York Post, SBF explicó que al comienzo de su andadura, solo entendía que las criptomonedas eran activos que podían intercambiarse. Asimismo, reconoció que uno de sus principales errores fue no contar con un equipo ni ejecutivos especializados en la gestión del riesgo, lo cual fue especialmente problemático dado el rápido crecimiento de sus empresas.
En un giro adicional, SBF indicó que, al estar al frente de Alameda Research y FTX, su crecimiento fue tan vertiginoso que no pudo cumplir adecuadamente con todas sus responsabilidades. Por esa razón, delegó la dirección de Alameda en Caroline Ellison, quien era su expareja, y en Sam Trabucco.
SBF también aclaró que no supervisaba el uso de los fondos de los clientes de FTX por parte de Alameda, pero afirmó que esta última empresa no se involucraba en prácticas desleales, como “inversiones ventajistas” (front-running) ni operaciones basadas en información privilegiada.
Se espera que el interrogatorio por parte de los fiscales continúe el lunes, y se anticipa que será más incisivo, según las respuestas proporcionadas por SBF durante el simulacro del juicio.
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