La compañía ha sido acusada de prácticas monopólicas que atentan contra el libre comercio
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha interpuesto una demanda contra Apple por supuestas prácticas monopólicas en el mercado de smartphones. En una acción que involucra a dieciséis fiscales generales estatales, la acusación señala que Apple ha violado las leyes antimonopolio al aumentar los precios para los consumidores y obstaculizar la competencia en el sector.
Según el fiscal general de EE. UU., Merrick Garland, los consumidores no deberían pagar precios más altos debido a estas infracciones. La demanda se centra en la estrategia de Apple para mantener su posición dominante, incluyendo detalles como los colores de burbuja en los mensajes, que distinguen a los usuarios de iOS de los de Android.
De acuerdo a la querella oficial y a reportes de The Verge y Techcrunch, la acción legal critica a Apple por aumentar las dificultades para quienes quieren cambiar a otras marcas de smartphones, además de restringir el desarrollo de ciertas aplicaciones y establecer tarifas elevadas en su tienda de aplicaciones. Esto, según los reguladores, ha generado una competencia desleal en el mercado.
¿Qué significa la demanda para Apple?
La demanda cita la supresión de cinco categorías, como aplicaciones de juegos en la nube y billeteras digitales, como ejemplos de las prácticas anticompetitivas de Apple. Además, se compara esta situación con el caso antimonopolio de Microsoft en los años 90, donde Apple estaba en el extremo opuesto.
Apple ha respondido argumentando que la demanda podría afectar su capacidad para competir en el mercado de smartphones. Sin embargo, la acción legal continúa generando atención internacional sobre las prácticas anticompetitivas de la compañía, con presión adicional en el ámbito legislativo para abordar estas preocupaciones.
Esto respondió Apple
Apple está defendiéndose enérgicamente contra la demanda antimonopolio del Departamento de Justicia (DOJ), llamando a la litigación errónea y advierte que el DOJ corre el riesgo de arruinar todo lo que sus clientes aprecian sobre su ecosistema móvil integrado.
De acuerdo a Apple, esta demanda amenaza con deshacer las características que hacen que sus teléfonos inteligentes sean diferentes al resto del mercado con el riesgo, si la demanda prospera, de que el iPhone termine viéndose y sintiéndose igual que un teléfono general.
En un comunicado proporcionado a TechCrunch, Apple dijo:
Esta demanda amenaza quiénes somos y los principios que distinguen a los productos de Apple en mercados ferozmente competitivos. Si tiene éxito, obstaculizaría nuestra capacidad para crear el tipo de tecnología que las personas esperan de Apple, donde hardware, software y servicios se intersectan. También sentaría un precedente peligroso, dando poder al gobierno para intervenir fuertemente en el diseño de la tecnología de las personas. Creemos que esta demanda es incorrecta en los hechos y en la ley, y nos defenderemos vigorosamente contra ella.
La demanda está siendo presentada por el DOJ y 16 fiscales generales estatales, acusa al fabricante del iPhone de exclusión anticompetitiva en dos mercados que la litigación buscará establecer: los llamados “teléfonos inteligentes de rendimiento” y “teléfonos inteligentes estadounidenses”, que son definiciones de mercado más estrechas que el mercado de teléfonos inteligentes en su conjunto.
La demanda afirma que Apple tiene más del 70% de participación en “teléfonos inteligentes de rendimiento” y más del 65% del mercado de teléfonos inteligentes estadounidenses, respectivamente.
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