Actualmente este tipo de tecnología meramente puede derribar drones u objetos aéreos, sin embargo, investigaciones recientes han apuntado a la creación de proyectiles capaces de dar a largas distancias
Investigadores han dado un paso significativo en el posible desarrollo de armas láser infrarrojas de alta potencia, al lograr hacer que estos láseres sean nueve veces más potentes que los actuales, capaces de derribar aeronaves tipo dron.
Aunque ya existen armas láser en algunos ejércitos, inspiradas en la ciencia ficción, estas son menos potentes de lo que hemos visto en películas como Star Wars y solo pueden desactivar objetivos pequeños en el aire.
¿Cómo lo han conseguido?
Las armas actuales utilizan fibras ópticas de modo único para generar haces de luz invisible enfocados. Sin embargo, aumentar su potencia ha sido un desafío debido a que la luz está limitada a un área pequeña.
Ahora, científicos han explorado la fibra óptica de modo múltiple, que transmite varios modos de luz, permitiendo aumentar la potencia de la luz infrarroja de tres a nueve veces. Esta tecnología, aunque más poderosa, solía generar haces desordenados y poco enfocados, lo que limitaba su utilidad a distancias largas.
Un reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications, propone una solución para controlar la dispersión de luz en las fibras de modo múltiple. Esto, teóricamente, permitiría diseñar láseres lo suficientemente potentes para causar daño significativo y, al mismo tiempo, lo bastante enfocados para formar haces precisos. Cabe señalar que este proyecto fue financiado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Aunque aún no se ha desarrollado un prototipo de arma con esta tecnología, los láseres creados según estos avances podrían ser lo bastante potentes como para desorientar sistemas de navegación, o causar daño térmico a vehículos y máquinas. Actualmente, la tecnología láser se limita a blancos pequeños a corta distancia, pero estos nuevos avances podrían ampliar significativamente el rango de objetivos alcanzables.
Los cabecillas del estudio, Stephen Warren-Smith y Linh Nguyen, explicaron que controlar las propiedades de la luz en estas fibras permite que emerja como un punto enfocado, convirtiéndose en un haz estrecho de alta calidad.
Aunque la aplicación de esta tecnología plantea desafíos éticos y estratégicos, avances científicos como éste exhiben la constante búsqueda de la industria armamentista por encontrar tecnologías más potentes en el ámbito militar.
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