China ahorca a países con problemas económicos, afirma investigador de Army War College de EUA

“Cuando los gobiernos populistas, de izquierda o de derecha, llegan al poder, China actúa como un suscriptor que no juzga”

El Salvador ha perdido millones de dólares en su intento por convertir al Bitcoin en un activo de uso normalizado, sin embargo el reciente colapso de todo el sector cripto, ha orillado al gobierno a pedir ayuda, pues la creciente amenaza de la inflación y la deuda externa está ahorcando al país.

Sin embargo, aceptar financiamiento de deuda de China significaría una ruptura definitiva con EE. UU. y provocaría más cercanía con el gigante asíatico, Rusia y Turquía, según Membreño. “Representaría un realineamiento total de la política exterior salvadoreña”, dijo.

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Ese financiamiento no sería barato, según Evan Ellis, asociado sénior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Washington DC. “China actúa como un prestamista de día de pago, ganan mucho dinero con estos acuerdos”, afirmó.

“Pero a menudo encuentran una manera de vincular los préstamos con beneficios comerciales y estratégicos a largo plazo que abren el camino para las empresas chinas”, añadió.

Desde que El Salvador terminó su relación con Taiwán en 2018 , China acordó construir un estadio y una biblioteca en el país, pero sus planes para convertir el puerto de La Unión en un centro logístico se han estancado.

Los lazos más estrechos con China también podrían adaptarse a la propia ambición de Bukele. Ha conseguido críticas de Estados Unidos. y Europa por buscar la reelección en 2024 en contravención de la constitución del país.

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“Cuando los gobiernos populistas, de izquierda o de derecha, llegan al poder, China actúa como un suscriptor que no juzga”, indicó Ellis.

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Asimismo agregó “China puede darle independencia financiera a Bukele para que sea autoritario y pisotee la constitución”.

Con un índice de aprobación de alrededor del 90%, Bukele sigue siendo el presidente más popular de América Latina, basado en un enfoque de mano dura de la ley y el orden y ataques regulares a la vieja élite política.

Cuando los salvadoreños lo eligieron en 2019, luego de décadas de corrupción de los partidos tradicionales y una espiral de crimen de pandillas, muchos sintieron que estaban a punto de presenciar un cambio radical.