Internet: navegar por la web será más peligroso en el futuroCriptomonedas

Internet: navegar por la web será más peligroso en el futuro

La identidad de las personas es el petróleo del internet, solo que esta vez es inagotable.

Cuando uno menciona el Metaverso, Blockchain, criptomonedas o cualquier otra de estas nuevas tecnologías “raras”, las personas a tu alrededor se preguntan “¿por qué está hablando de eso?”. Algunos tienen nociones, pero en general como es algo distante, que no afecta la vida inmediata, suelen no verlo como algo “real”.

Quizá con el anuncio del cambio de Facebook a Meta y Zuckerberg diciendo “haré una realidad virtual”, las personas empezaron a prestarle más atención al asunto, pero aunque haya puesto el dedo en el renglón, estos temas siguen estando oscurecidos por la opinión pública.

Aquí hay otro término que se puede usar para ejecutar cualquier conversación chirriante o pedante: "Web3". Esta es la más profunda de todas y a la vez, las más importante pues revolucionará el internet.

La era de Internet está entrando en su tercera gran era de evolución. Web 1.0 involucró a todos en la creación de sitios y la publicación de contenido.

Piense en todos los sitios web llamativos y básicos que llenaron Internet hace un par de décadas. La comunicación era casi exclusivamente unidireccional, del editor al público.

Actualmente estamos en la era 2.0, una época controlada por grandes empresas tecnológicas como Google, Facebook, YouTube, Twitter, Instagram, TikTok, Snapchat y todas las plataformas de transmisión de música.

La Web 2.0 permite a los usuarios publicar y comunicarse entre sí, al menos hasta cierto punto, de todos modos, dejando comentarios y quizás mensajes directos.

Sin embargo, lo que es más importante, la Web 2.0 ha permitido que estas empresas se vuelvan inmensamente ricas mediante el uso de los datos personales que les proporcionamos “sin saberlo” el uso de sus servicios gratuitos.

La identidad y su valor

Los datos parecen como un nuevo petróleo, uno inagotable. De hecho, la información de identidad es ahora el producto más valioso que pueden conseguir las empresas.

Esto es un problema porque significa que al proporcionar nuestros datos a estas compañías, básicamente todos estamos trabajando para ellos… gratis.

Piénselo: cuando se conecta a Internet, se convierte en un minero de datos que proporciona a las empresas de tecnología la rica materia prima que utilizan para venderle cosas. Los canadienses están en línea más de seis horas al día, casi dos horas de las cuales se dedican a las redes sociales.

En Corea del Sur, la persona promedio pasa 10 horas al día en línea. No solo se trata de trabajo real no remunerado, sino que tampoco sabemos qué datos tienen estas empresas sobre nosotros.

Big Tech está ganando millones con nuestro trabajo y no comparte ninguna de las ganancias. Si esto fuera trabajo físico, se llamaría “esclavitud”. Pero debido a que los datos no se enmarcan de la misma manera, es completamente legal.

Este vacío es una especie de contrato, cuando nosotros nos conectamos a Facebook, Instagram, Spotify, o si quiera decir “quiero croquetas para mi perro” con el celular cerca, las empresas voraces tendrán una lista de lugares donde puedes comprar cosas para tu mascota.

Este es el nuevo mundo, todos estamos expuestos, es el precio a pagar por poder hablar con cualquiera, tener información inmediata, comprar cualquier producto cuando queramos pero ¿debería ser así?

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